Uno de los más grandes problemas de España es el ser español. Tal vez en Madrid o en el oeste de su país sientan con orgullo tener nacionalidad española, pero en el extremo nororiental y suroriental del reino ibérico no lo ven de esa forma. Cataluña y el País Vasco son los más grandes ejemplos de que la unión española es frágil y en más de una ocasión inexistente.
El odio en el País Vasco ha llevado a un puñado de extremistas a crear esa organización terrorista llamada ETA. Lo de Cataluña es menos agresivo en esa parte, en todo lo demás, se odian a muerte desde Madrid a Barcelona. Adicionalmente, el fútbol en España es más que un simple deporte.
Uno de los partidos más vistos en el mundo entero es el Clásico: Barcelona-Real Madrid. No es solo un partido de fútbol, sino una medición del orgullo entre el ser español y el nacionalismo catalán. Hoy, 25 de mayo del 2012 el Real Madrid no estará en las canchas.
Más allá de la Liga española, está una competición más antigua: la Copa de Su Majestad el Rey. El rey español otorga anualmente el trofeo al equipo ganador. Este año no. Este año se enfrentarán el emblema catalán: el FC Barcelona; y el emblema vasco: Athletic de Bilbao.
La final de la Copa del rey español no será española. Se disputará en Madrid. En la capital del reino hay temor. Catalanes y vascos, los enemigos de España, ocuparán su ciudad. Un partido de fútbol. La pregunta no es: ¿Qué equipo ganará?, sino ¿Cuando estos países conseguirán su independencia?
De seguro en Euskal Herría (País Vasco) todos gritarán: Gora Euskal Herria Askatuta!
De seguro en Catalunya (Cataluña) todos gritarán: Visca Catalunya Iliure!
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