Por Guayaquil libre de invasiones

Un conjunto de individuos se meten en terrenos que no les pertenecen para habitarlos, irrespetando la propiedad privada, hacen clausurar fábricas cercanas que necesitaban estar alejados de la población, luego constituyen una mafia dentro de esta localidad lo que genera delincuencia; tras de esto, piden legalización, haciéndose las victimas de la falta de atención de gobiernos tanto centrales como municipales, por lo tanto a las bravas claman por: escrituras, alcantarillado, energía eléctrica, calles asfaltadas, red de telecomunicaciones, y más. Mientras tanto, las luchas por popularidad de los gobiernos nacionales y locales, hacen que luchen por votos dentro de estos sectores, que logran contener una gran cantidad poblacional, con lo cual llegan a consentir a estos individuos que son solo peones de una red mafiosa que opera en las sombras: los traficantes de tierras.

Pero ya no están muy ocultos. La mayoría de guayaquileños sabíamos que Balerio Estacio (ex PSC, asambleísta Alianza PAIS) y su familia operaban como viles traficantes de tierras. Pero escudado de varios recursos legales, era intocable. Jaime Toral también era otro de los sospechosos. Gente que tiene ya un historial y una fama de relacionarse con la delincuencia, podía banderearse libremente con este negocio. Pero mientras estas invasiones avancen, avanzará también la delincuencia que busca a estas localidades para tomar como bases de operaciones.

Ya están siendo enjuiciados algunos, ojalá y no quede en la impunidad. Pero nosotros, los verdaderos ciudadanos que aman a esta ciudad, debemos continuar en la lucha por un mejor Guayaquil. Digamos no a la delincuencia, no a las invasiones, no al irrespeto de la propiedad privada.

Fuente de gráficos y fotos: El Universo