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Navidad guayaquileña


Ya viene el niñito...

¡Sí! Ya viene el niñito de la vuelta de mi manzana a preguntar si  vendemos camaretas en nuestro local. No las vendemos, así que el niño siguió su camino. Más tarde lo volvería a ver con una funda de papel llenade explosivos corriendo hacia donde estaban sus amigos. Había -para él- iniciado la celebración. Los mayores no venían por fuegos artificiales, sino por esa infaltable cerveza. Borrachos irresponsables que no prefieren pasar con sus familias de este día. Y los más santurrones del barrio desde la otra acera, observando, reprochando, criticando. Típicos idiotas que no miran en su interior por no encontrar el triste pasado que ocultan. Se sabe muchas historias.

¿El nacimiento de Jesús? ¡No! La navidad ya no es religiosa. Ese tinte se perdió en el camino. En esta festividad reina Papá Noel (Santa Claus o San Nicolás, en otros países), ese viejo gordo barbón que Coca-Cola reinventó. El deseo de estar con los allegados fue cambiando por el deseo de tener regalos. El sacrificio de no ir a trabajar es ahora la excusa perfecta para faltar.

La navidad guayaca es igual a las demás. Y los árboles se encienden, las luces de los balcones y terrazas iluminan la noche. En las puertas hay adornos, por lo general rojos, verdes y dorados. Guirnaldas, y esferas relucientes. Campanas y peces que beben y beben y vuelven a beber (muy borrachos los condenados). El pavo tradicional para muchos, otros pocos van al chancho, al pollo.

Es la hora de los villancicos. La hora en que los de la empresa de televisión por cable te abre todos los canales. La hora de la compra de última hora. La hora en que la Bahía se convierte en un Mar de personas. La hora de CARR... ¡No, esperen! ¡Ese tipo es para Fin de Año!

Agoniza el 24 y los regalos se empiezan a abrir. La estatuilla del Niño Yisus es puesto en el pesebre de los "nacimientos". Todos bien vestidos, muy alegres. Es hora de la cena. Y después de la corta cena... ¡Adiós mundo! Cada cual a diferentes destinos uno a beber, otro a farrear y beber, y otros beben y a dormir... Como sea se bebe. El alcohol es el mejor compañero del guayaquileño en estas fiestas.

La navidad guayaca es igual a las demás. Solo que es guayaca. ¡Y... si es de Guayaquil, es bueno!

Feliz navidad, Guayaquil.

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